miércoles, 22 de octubre de 2008

El ojo y la palabra



Román Gubern posee cualidades que nos permiten detestarle o, en el mejor de los casos, reírnos a su costa y denigrarle. Sin embargo, pertenece al mismo grupo que el programa de Garci o la revista "Dirigido por". Es decir, somos muchos los que nos hemos iniciado en el cine a través de ahí, de esos caminos tuertos en un país de ciegos, y por eso, en el fondo no le podemos despreciar y le guardamos cierto cariño, teñido de nostalgia e ingenuidad.

Ya sabemos que Gubern no añade nada nuevo, que más que ensayo escribe recopilaciones, o, en el mejor de los casos (como en su socorrida "Historia de cine") hace divulgación onomástica. En este género destacan sobre todo, por su utilidad (y por haber hecho realmente un buen ejercicio de síntesis sobre el que empezar a construir de verdad) son "Cine sonoro de la II república" (única obra de referencia sobre el asunto a pesar de haber sido escrita hace ¡31 años!... ¿nadie se da cuenta de que hay películas que aparecen y cambian el panorama, o estudios que lanzan luz sobre un tema de una forma inaudita? ¿o de que hace falta subrayar las imprecisiones que se arrastran desde ese libro?) y "Proyector de luna. La generación del 27 y el cine".


En este último libro, publicado en 1999, analiza la influencia del cine en la consolidación de la modernidad y la vanguardia en España, ya sea en literatura, pintura o música. O, por supuesto, analiza los tímidos intentos de hacer un cine de vanguardia (o un cine a la manera de la vanguardia) en España. El libro es fruto de un buen trabajo de investigación, hurgando en hemerotecas en busca de la metáfora futurista en la que se hable de proyectores o de divas hollywodienses.


Pero lo más extraño es que este libro tuvo su versión televisiva. TVE le encargó a Gubern hacer una serie que contase la relación entre cine y vanguardia histórica en España, y Gubern aceptó. La serie se llamó "El ojo y la palabra" y constaba de seis episodios, pero en la línea sainetesca de la cultura nacional, no se llegó a emitir nunca.


La serie es una sucesión de reportajes, académicos, correctos, que no incluyen ninguna sorpresa que te deje boquiabierto, pero como todo reportaje es tan interesante (y/o bueno) como lo sea su tema. O sea, que son buenos reportajes, interesantes. La serie incluye entrevistas recientes a Francisco Ayala, José Luis Borau, Ian Gibson , Juan Manuel Bonet o Umbral, alternando con imágenes de archivo, sobre las que planea una voz demiúrgica que las va dotando de sentido testimonial.


Como he dicho antes, estos capítulos no se emitieron por televisión, a pesar de haber sido realizados, a pesar de su interés. Uno no entiende por qué, intenta no pensar en lo que sí se emite. Pienso que TVE hace mucho por el cine español produciendo y emitiendo esta serie que subvencionando la última película de Fernando Colomo. Esta serie no se emitió pero están disponible (para visionado o descarga) en internet, en la página de Roman Gubern. Allí hay cuatro de los seis capítulos. Algo es algo.