miércoles, 24 de febrero de 2010

REVISIÓN CRÍTICA DEL CINE ESPAÑOL XXIV

Festivales

Es vox populi de que bajo el franquismo había canales de exhibición alternativos que realmente acercaron al cine más que las salas convencionales. Se sabe que las Casa Parroquiales, los Cine-Clubs universitarios, la sede del Sindicato Vertical o los cértamenes de Cine Amateur mostraron en los sesenta, antes que nadie, películas de Antonioni, Bergman, e incluso La hora de los hornos, de Pino Solanas (o cualquiera de las películas que las células cinematográficas del PCE filmaban clandestinamente). Quien nos ha visto y quien nos ve...

Todas estas manifestaciones apostaron por un nuevo cine y por otro tipo de cine español, más fronterizo, más político (dentro de las posibilidades. No olvidemos que la palabra posibilismo era muy usada en aquella época), más artístico.

Por azares del destino, me he encontrado en los últimos días con la programación de la VI Semana de Cine español de Molins del Rei, que se celebró del 15 de febrero al 22 de febrero de 1969. Esta semana estaba dirigida por Joan Francesc de Lasa, un Labarthe con barretina, empeñado en rescatar a los pioneros del cine catalán (es decir, del cine español) Ramón de Baños y Fructuoso Gelabert, a quienes dedicó sendos cortos. De Lasa, en unas declaraciones sobre la filosofía de la muestra dijo que "pretende ser un movimiento de promoción de un cine con una mentalidad nueva, en un país donde se ha pensado muy poco en el cine propio".

Las películas que componían la muestra eran las siguientes:
  1. Nazarín (L. Buñuel)
  2. Nocturno 29 (P. Portabella)
  3. Después del diluvio (J. Esteva)
  4. Ama Lur (N. Basterretxea y F. Larruquert)
  5. Los jóvenes viejos (R. Khun)

Aparte de esta 'sección oficial', encontramos otra, llamada 'Noche de pioneros', con cortos de Segundo de Chomón, Ramón de baños, Tramullas y el estreno de El mon de Fructos Gelabert, del mismo de Lasa. Y otra sección llamada explicitamente 'Selección de films malditos' que incluía:
  1. El rapto de T.T. de Jose Luis Villoria
  2. Vida de familia, de Josep Lluis Font
  3. Los dinamiteros, de Juan García Atienza.

Y además Francisco Macián presentó su sistema de animación 'Tecnofantasy' en una sesión especial.

Viendo esta muestra, realizada en el páramo cultural del franquismo, uno se pregunta qué ha pasado. Uno se acuerda del Festival de Málaga, escaparate de cadáveres, y el alma se le cae a los pies. Sea lo que sea aquello que se ha quedado en el camino, uno lo echa de menos.

jueves, 18 de febrero de 2010

REVISIÓN CRÍTICA DEL CINE ESPAÑOL XXIII



Mónadas (VI)

A Manuel Asín

Vemos al amigo esperar en la misma esquina que hemos visto antes, escenario de otros encuentros también misteriosos. Vemos al protagonista aparecer, le dice algo al amigo y sLa cámara hace otra panorámica, esta vez hacia la izquierda. Volvemos a ver al amigo, pero la panorámica sigue y se queda enfocando una calle que está frente al objetivo, en perspectiva. Tras unos sgundos que no cuantificamos, vemos aparecer al protagonista desde el fondo de esa calle, apareciendo tras doblar la esquina. El protagonista se acerca. Llega hasta un poco antes de la cámara y tuerce otra vez a la derecha. La cámara lo sigue, en panorámica. El protagonista se vuelve a encontrar con el amigo, que mira el reloj y dice:

2 minutos cincuenta y seis segundos.

Esta es la escena más famosa de Contactos, mítica película de Paulino Viota. Antes de ver por primera vez la película (o por segunda, o por tercera), esa aureola mítica le viene dada por su invisibilidad, por ser una obra mil veces mencionada y nunca vista, por títulos como 'la mejor película independiente del cine español". pero cuando la ves, por primera vez (o por segunda, o por tercera) te das cuenta de que esa aureola mítica se la merece por su indestructible unión entre forma y tiempo, entre plano y ritmo. En pocas películas hemos visto de forma tan obvia una conciencia tan clara de lo que significa un plano, de lo que debe significar, de lo que debe ser. En pocas películas hemos visto el ritmo convertirse en algo tan tangible, tan palpable (y tan indispensable) como la distancia focal o el diálogo.

Se ha hablado mucho (y se seguirá hablando. Yo el primero, con esta tendencia al cotilleo intelectualizado que poseo) de cómo se rodó, de la clandestinidad, de Nöel Burch, del lamentable silenci creativo posterior de Paulino. Pero seamos conscientes que, al ver Contactos, de lo único que se puede hablar es de lenguaje. De sabiduría. De cine, al fin y al cabo.

martes, 9 de febrero de 2010

Eric Rohmer


Eric Rohmer ha muerto y nos hemos quedado más solos.

Ahora leemos las páginas-homenaje que las revistas le dedican. En una de estas, y a propósito de su película Les Métamorphoses du Paysage, se incluyen unas palabras que el propio Rohmer dijo en Cahiers du Cinema nº 357, de marzo de 1984.

"La conservación del pasado garantiza la posibilidad del arte moderno. Si los museos desaparecieran, habría que empezar a pintar de nuevo como Rafael; pero desde el momento en que Rafael ya existe, ya no vale la pena imitarle, se puede hacer otra cosa. Esto vale también para el cine. Mantener los lazos con el pasado, con las obras del pasado no impide, sino todo lo contrario, ir hacia delante".

Leyendo sus líneas, me he entendido un poco mejor. Y me doy cuenta de que no hay películas más claras que las de Rohmer.

lunes, 1 de febrero de 2010

REVISIÓN CRÍTICA DEL CINE ESPAÑOL XXII



En el Círculo de Bellas Artes de Madrid, del 16 al 22 de febrero, se presentará el ciclo, Paulino Viota presenta…

Paulino Viota (Santander, 1948) se inició de forma autodidacta en el mundo del cine. Tras rodar, montar y sonorizar por su cuenta el documental Las ferias (al que seguirían los mediometrajes Jose Luis, Tiempo de busca, y Fin de un invierno) dirigió, en las décadas de los setenta y ochenta, tres títulos de ficción atípicos y arriesgados, reveladores de la metamorfosis de una sociedad que viró lentamente hacia la democracia: Contactos (1970), Con uñas y dientes (1978) y Cuerpo a cuerpo (1982).

Además de la filmografía completa del cineasta cántabro (incluido su cortometraje Jaula de todos), durante este ciclo se proyectarán películas seleccionadas por el propio Viota por haber sido definitivas en la modelación de su cine (La golfa, de J. Renoir; ¡Qué verde era mi valle! de J. Ford; Manos peligrosas, de S. Fuller; El desprecio, de J.L. Godard y Al azar, Baltasar, de R. Bresson)

El día 19 de febrero a las 19:30 horas tendrá lugar en el Cine Estudio una mesa redonda sobre la obra de Paulino Viota. Acompañarán al director Manuel Asín (el mayor conocedor de la obra de Paulino, a cuyo rescate ha dedicado muchos desvelos) y el crítico de cine Miguel Marías, que en el blog Letras de cine comentó sobre la película: "No sólo sigue siendo un apasionante misterio, una sorpresa como hace casi 40 años ya, sino que todavía casi nadie la ha visto. A mí, que hacía muchos años que no volvía a verla, me sigue pareciendo su desconocimiento, su no difusión en TV, su no edición en VHS y ahora e DVD, que no se estudie en las escuelas de cine, un escándalo. Otro escándalo conexo: a nadie parece habérsele ocurrido producirle una película a Paulino Viota.."

Y en el Festival Punto de Vista, de Pamplona, el 12 de febrero, se presentará asimismo Contactos, dentro de la sección Heterodocsias. La película irá sucedida de una mesa redonda con Viota, Guadalupe G. Güemes (actriz protagonista), y Santos Zunzunegui (co-guionista). El ciclo homenaje se acompañará con dos películas seleccionadas por Viota, que tienen relación con Contactos: Invasión, de Hugo Santiago, y la Crónica de Ana María Magdalena Bach, de J.M. Straub y Danielle Huillet.