martes, 28 de septiembre de 2010

REVISIÓN CRÍTICA DEL CINE ESPAÑOL XXVIII


El próximo 5 de octubre se inaugura en el Reina Sofía la exposición Desbordamiento Val del Omar, que antes ha estado en el Centro José Guerrero de Granada. La exposición está comisariaza por Eugeni Bonet, quizá el hombre que más sabe de Val del Omar, a pesar de todas las pegas que se ponen a la hora de investigar a este autor. Per no hay que olvidar que Val del Omar ya había entrado en el museo, pues desde la última reestructuración de la colección, su “Tríptico Elemental de España” se proyecta en la Sala 405 de la Cuarta Planta del Museo. Además, esta muestra está acompañada de la edición del catálogo con textos de Víctor Eric, Bonet, Carlos Muguiro o Nicole Brenez, entre otros, y de un libro con los textos de Val del Omar, Escritos de técnica, poética y mecánica.

Val del Omar debería ser una de las piedras angulares sobre las que crear una nueva visión (un nuevo corpus) del Cine Español. Y es que ninguna obra de ningún cineasta español, interpela tan directamente al espectador, abriéndole nuevos caminos sin abandonar el origen de la cultura a la que se pertenece (según la teoría de Baudelaire, expuesta en El pintor de la vida moderna, eso es la modernidad). Es por ello que cualquier iniciativa es necesaria, y a la vez, insuficiente, pues Val del Omar debería ser tenido (y no me dejo llevar por la exageración) como una de las cimas de nuestra cultura en el siglo XX (seguramente con visitar la exposición verán que no exagero).

Así que bienvenida esta exposición, bienvenido el pack de Cameo, bienvenidos los texto. Y, sobre todo, bienvenida esa web en eterna construcción que Eugeni Bonet se empeña en seguir alimentando, donde se puede encontrar mil y un secretos sobre el autor. (a lo que se suma esta otra web, rarísima, que me desveló Dani Pitarch). Bienvenido el disco de Lagartija Nick y bienvenido el artículo que se publica hoy en Público, con el título de “El hombre que trajo el cine a España”.

En fin, que ojalá esto sirva para instalar para siempre a Val del Omar donde se merece: cerca de la luz.

P.D.: El artículo del Público termina con el siguiente párrafo: “Gran parte de las películas que rodó Val del Omar durante su periplo por España están perdidas. Es posible que estén en el George Eastman Institute de Rochester, ya que Kodak pedía una copia de cada uno de los rollos que cedió para las Misiones. Allí, junto a los negativos de la maleta mexicana de Capa, podría estar un pedazo esencial de la historia de España, y de la obra del visionario que quiso hacer del cine una experiencia trascendental. Quién sabe.” Esta sospecha se ha oído ya varias veces, así que no entiendo por qué diantres nadie se ha personado ya allí para buscarlos. ¿Somos tontos o qué nos pasa?

miércoles, 22 de septiembre de 2010

REVISIÓN CRÍTICA DEL CINE ESPAÑOL XXVII


Hoy se inaugura una exposición sobre el cine durante la Guerra Civil, en la Sede del Memorial Democratic en Via Layetana. Los comisarios de esta exposión son Magi Crussells y Jose Maria Caparrós Lera, del Centre d’Investigacions Film-Història del Departamento de Historia Contemporanea de la UB

Entre las cosas de interés, se encuentra una foto de uno de los grandes enigmas del cine español: Valentín R. González, Belisario.

Asimismo, para acompañar la exposición, habrá una muestra de cine con los títulos:
  • Cinefòrum: La vida quotidiana a la rereguarda, amb Esteve Riambau
    La doble vida del faquir, (2005), de Esteve Riambau
    30 septiembre, 19 h.
  • Els exilis, amb Romà Gubern
    Els nens de Rússia, (2001), de Jaime Camino
    6 octubre, 19 h.
  • Cinefòrum: La repressió amb Josep Mª Forn
    Pel·lícula: Companys, procés a Catalunya, (1979), de Josep Mª Forn
    13 octubre, 19 h.
  • Cinefòrum: La producció en català durant el franquisme, amb Núria Espert
    Pel·lícula: Maria Rosa, (1965), de Armando Moreno.
    21 octubre, 19 h.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Paolo Brunatto (1935-2010)


Si a duras penas conocemos nuestro cine underground, tampoco conoceremos el de otros países, como Italia. Pero el cine underground también existió en Italia, y Paolo Brunatto fue uno de sus grandes exponentes.

Paolo Brunatto murió el pasado miércoles 15 de septiembre, a los 75 años de edad. Según la Wikipedia, había hecho más de 600 documentales, entre los que se incluyen varias series de televisión. Trabajó con Pasolini (a quien dedicó varios documentales), Carmelo Bene, Bertolucci.

Aquí en España es un gran desconocido y no tengo constancia de que nunca se viese ninguna de sus películas, excepto los documentales sobre Pasolini.

Sin embargo, Brunatto protagonizó uno de los episodios más desconocidos de la historia de nuestro cine. Brunatto era el co-director de Notes sur l’emigration, la primera película de Jacinto Esteva. Tengo la sensación de que con él se va una historia que no se ha contado, dejándonos sólo la certeza de que llegamos demasiado tarde para algunas cosas.

Los famosos hongos

(Noticia publicada en Público el 19/09/2010)

Luchando contra el hongo 'comefilms'


Archivos de la Filmoteca Española.

Un mundo sin archivos cinematográficos sería un mundo casi sin memoria. Y ese apocalíptico escenario es el que pintaron algunos medios británicos tras la presentación en la reunión de otoño de la Sociedad de Microbiología General de Reino Unido de un pequeño estudio titulado Colonización fúngica y contaminación de las películas cinematográficas: implicaciones para las películas y los archiveros. Los especialistas liderados por Joanna Verran, de la Universidad Metropolitana de Manchester, concluían que había una necesidad de detectar la contaminación por hongos en las películas, analizar la presencia de esporas viables y "realizar recomendaciones para el manejo seguro por parte de los archiveros de películas".

El equipo estudió una serie de películas contaminadas que le había suministrado el archivo de su universidad, el North West Film Archive, y observó que estaban repletas de hongos, sobre todo de la familia de los Aspergillus y Penicillium, muy comunes. Pero, en algunos casos, el número de esporas excedía los niveles seguros de exposición para los humanos.

"Si nos descuidamos, causan lesiones imborrables"

Un problema antiguo

El estudio del equipo de Verran ha llamado la atención sobre un problema que afecta a la industria cinematográfica desde la década de 1960, cuando se identificó una nueva "enfermedad", si es que se puede llamar así a un problema que no afecta a un ser vivo. Se trataba del síndrome del vinagre, provocado por procesos de descomposición química acompañados de una intensa producción de ácido acético. Porque, obviamente, lo que preocupaba a los responsables de guardar las películas no era, ni mucho menos, la salud de los soportes, sino cómo esta degradación afectaría a la calidad de los filmes.

Desde la Filmoteca, España pronto se posicionó como líder en esta lucha. Por esta razón, los expertos consultados por este diario creen que las conclusiones del estudio inglés son alarmistas y afirman que las películas conservadas en el país no están en peligro. La salud de los que trabajan con ellas, tampoco.

Hay que controlar la humedad, la temperatura y la ventilación

"Está claro que las películas cinematográficas que excedan un nivel de contaminación microbiana excesivo pueden ser peligrosas", reconoce el profesor del Instituto de Polímeros del CSIC Fernando Catalina. Sin embargo, este riesgo se elimina cuando las condiciones de conservación son buenas, sin duda el caso de las filmotecas nacionales. Catalina recuerda que cualquier material tiene bacterias. "Eso no quiere decir que sean peligrosas", apunta. En el mismo sentido se expresa el jefe de la sección de Investigación de Fondos Fílmicos de la Filmoteca Española, Alfonso del Amo. "Los microorganismos son peligrosos y fundamentales para la vida", afirma, antes de explicar que para que su presencia sea un problema serio para los archivos tienen que estar en una dosis muy alta.

Que a los hongos les gusten las películas no es extraño. "Los filmes están compuestos de un soporte y una gelatina comestible; hay que recordar que la gelatina es uno de los medios de cultivo clásicos en todos los laboratorios", señala Del Amo. "Si nos descuidamos, los hongos proliferan en la gelatina y causan lesiones imborrables. Hay algunas fotografías que lo muestran claramente", dice este especialista, que recuerda que existen métodos para combatir esta proliferación.

Hace un lustro que la Filmoteca Española, junto con la Universidad Complutense y el CSIC, estableció las pautas necesarias para evitar la contaminación de películas. Se trata de un esfuerzo que culminará en 2012 cuando se concluyan las obras del archivo de la Ciudad de la Imagen, en Pozuelo de Alarcón (Madrid). "Las obras van a buen ritmo", confirma Catalina, que considera que el traslado de los archivos de la Filmoteca a estas nuevas instalaciones "va a garantizar la conservación de los originales".

Algunas películas cedidas han resultado contaminadas

El trabajo de Concepción Abrusci la bióloga de la Universidad Complutense de Madrid que firma la mayoría de trabajos sobre biodegradacion de películas escritos en España, Fernando Catalina y Alfonso del Amo demostró, en primer lugar, que la mayoría de los hongos que colonizan las películas no llega ahí espontáneamente. "Los ponemos los humanos", subraya Del Amo.

Por esta razón, las medidas anticontaminación "no son eficientes", porque siempre habrá quien toque los filmes o estornude sobre ellos, apunta el experto, que señala que "lo fundamental es la antiproliferación de hongos y bacterias". Así, el hecho de que los microorganismos estén en las gelatinas que componen las películas es normal y no tiene por qué suponer un riesgo; que se multipliquen sin control, sí lo es.

Según comenta Del Amo, hay tres medidas esenciales para evitar la proliferación: control de la humedad, de la temperatura y de la ventilación. "Para películas que se quieren preservar a medio y largo plazo, la humedad nunca debería superar el 45% o el 50%. Incluso, en algunos casos, debería estar por debajo del 30%", apunta.

Con respecto a la temperatura, debe oscilar entre los 5ºC y los 18ºC. Y una correcta ventilación implica entre seis y doce renovaciones completas de aire al día. "De esta forma habrá microorganismos, pero no proliferarán", subraya.

A estas precauciones, Catalina añade una última, especialmente relevante en el caso de la Filmoteca Española. "Se deben realizar inspecciones periódicas de los materiales, especialmente en los procedentes de climatologías adecuadas para el crecimiento microbiano", comenta. "En la Filmoteca se han detectado contaminaciones por microorganismos en películas que se han cedido temporalmente para su exposición en países suramericanos, donde la climatología y las condiciones de conservación son más complicadas", añade.

Aunque los expertos consideran que los archivos cinematográficos españoles están muy protegidos, también reconocen que hay diferencias según las áreas. "El problema de la contaminación microbiológica es más importante en los archivos situados en zonas costeras, donde la elevada humedad ambiental, superior al 60%, junto con una temperatura que supera frecuentemente los 30 grados, hacen que sea más susceptible el desarrollo del biodeterioro", subraya Catalina, que cree que los archivos nacionales que podrían correr más riesgo son los de Barcelona, Valencia y Canarias.

Desde que Concepción Abrusci comenzara a investigar sobre este asunto que le ha llevado a la publicación de su tesis , se han tipificado hongos y bacterias de muestras obtenidas en distintos archivos cinematográficos. "Se han aislado bacterias de los géneros Bacillus, Staphylococcus, Sphingomonas y hongos de los géneros Aspergillus, Penicillium, Cladosporium y Mucor, entre otros", resume Catalina. Microorganismos, sin embargo, controlados en las filmotecas del país. Para terminar de quitar hierro al asunto, Del Amo advierte: "El problema es mucho mayor en los archivos de papel".

viernes, 10 de septiembre de 2010

1972 Leonard Cohen sings again

Hace un par de semanas, el 31 de agosto, apareció en El País una noticia que ya se había comentado en bastante blogs sobre el cantante.

Hallado un filme de Cohen perdido desde 1972

Con una cara inexpresiva, Leonard Cohen le cuenta al público lo afortunado que se siente por no poseer los derechos de Suzanne, una de sus canciones más conocidas: "No sería justo que la hubiera escrito y que también me hiciera rico con ella".

Con una cara inexpresiva, Leonard Cohen le cuenta al público lo afortunado que se siente por no poseer los derechos de Suzanne, una de sus canciones más conocidas: "No sería justo que la hubiera escrito y que también me hiciera rico con ella". Esto es parte de Bird on a wire. Al más puro estilo Cohen, el cantante tenía planeado retirarse después de la gira de 1972, que comenzó en Tel Aviv y finalizó en la vecina Jerusalén. Su entonces representante, Marty Machat, no quería que la que probablemente iba a ser la última oportunidad de verlo en vivo (el tiempo y la pérdida de los fondos monetarios del cantante demostraron lo contrario) se quedara en el olvido. Así que le pidió a Tony Palmer, director de cine británico, que la rodara. Irónicamente no sirvió para nada, al menos hasta ahora: han pasado más de 38 años para poder ver aquellos pedazos de realidad de un hombre una vez calificado como el mejor depresor no químico del mundo.

El hallazgo, que ha dado lugar a este documental, resultó de lo más peculiar. Mientras alguien buscaba los negativos de 200 motels, la película que Tony Palmer rodó sobre Frank Zappa, encontraron 294 rollos de negativos pertenecientes a Bird on a wire, que estará a la venta a partir de septiembre, y que nunca antes habían visto la luz: "Pensé que no podría volver a remasterizarlo, por el estado en el que se encontraban las cajas, pero por suerte las mezclas del sonido permanecían intactas. Lo primero que hice fue crear el sonido y después fuimos creando, de las 3.000 pequeñas partes de celuloide que se conservaban en buen estado, un puzle digital gigante. Leonard decía que cuando las cosas iban bien, la música sonaba bien. Lo mejor de esta grabación es que las canciones suenan más emocionales, más extraordinarias, incluso, que las recogidas en sus elepés", explica Tony Palmer, a través del teléfono desde su oficina en Londres.

Pero, ¿cómo pudo estar esta pieza sin ver la luz durante tanto tiempo?: "Después de hacer la primera versión de la película, se la mostramos a Leonard Cohen y pensó que sería demasiado polémica. Yo cometí el error de darles todo el material y que ellos hicieran una segunda versión que les pareciera mucho más adecuada. La hicieron, pero no gustó a nadie y cuando quisieron que yo rehiciera el trabajo, casi todos los negativos estaban destrozados y los demás perdidos".

¿Qué espera a los fans? Un chapuzón desnudo en una piscina del autor de Take this waltz, flirteos con las chicas más guapas que esperaban en la puerta del camerino; las quejas de dos espectadores que, tras los fallos de sonido del concierto en Copenhague, querían su dinero de vuelta, mientras Cohen se lo daba de su bolsillo; incluso las lágrimas del cantautor al finalizar el último concierto. "Leonard no hizo nada especial para la cámara, lo que se ve es lo que pasó".

P.D.: Esto me hace pensar, obviamente, en la cantidad de grabaciones que sobre grupos y cantantes de rock (y jazz, y blues, y folklore y flamenco y...) tiene que haber dispersas en casas de directores, de productores musicales, de aficionados... Y en las televisiones.

Hace poco escuché a Cifu, en su programa, que Wes Montgomery, el fabuloso guitarrista, había visitado los estudios de TVE en Sant Cugat, para grabar un concierto. Y que él, el incombustible Cifu, quiso encontra esa grabación, y que cuando tras mucho buscar dio con la cita, vio que habían grabado encima del concierto un partido de fútbol. Y uno no puede dejar de pensar que así nos va...

REVISIÓN CRÍTICA DEL CINE ESPAÑOL XXVI

Reflexiones de un salvaje (Gerardo Vallejo, 1978)


Publicado originalmente en Blogsandocs.