domingo, 20 de diciembre de 2009

sábado, 19 de diciembre de 2009

REVISIÓN CRÍTICA DEL CINE ESPAÑOL XIX

La prensa



La revista Cahiers du Cinema. España es un caso especial, ya que es durante mucho tiempo ha sido algo así como el tuerto en el reino de los ciegos. Pero últimamente da pruebas de una cierta evolución, que por lo menos a mí me satisface mucho.

Creo percibir, aunque para estas cosas soy muy torpe, una cierta voluntad de intervenir en el cine español, de reflexionar sobre él, de incidir en él si fuese posible. No sólo en su presente, con las críticas, sino también en la visión de su pasado con iniciativas como el cuadernillo dedicado a Tasio en el mes de septiembre. No sólo en lo crítico, sino también en lo 'político', con la entrevista a Ignasi Guardans (director del ICAA) y el análisis de la Ley del Cine, en el número de diciembre.

Además, la revista se ha echado a la espalda la misión de poner en valor a ciertos directores, y con él al cine que hacen. El paradigma sería el 'especial Isaki Lacuesta' del mes pasado (con gran justicia por otra parte ). O el número de octubre 'Nuevos desafíos. Cine español'.

Este número es muy interesante, y muy necesario, ya que propone otra visión de la cartografía del cine español, centrándose en los márgenes de la industria, y proponiendo esos márgenes como el verdadero territorio de experimentación, de riesgo, de calidad. En sus páginas se encuentran nombres propios y películas que pueden (deben) crear un nuevo canon, un nuevo corpus para el cine español. 'Hacia una nueva identidad' se llama el artículo de Carlos F. Heredero que abre el número, de forma explícita.

Este corpus, extenso por otra parte, estaría compuesto por (cito nombres y películas que aparecen en el número): Javier Rebollo (Lo que sé de Lola, La mujer sin piano), José María Orbe (La línea recta), Pedro Aguilera (La influencia), Rafa Cortés (Yo), Jaime Rosales (Las horas del día, La soledad, Tiro en la cabeza), Albert Serra (Honor de cavalleria, El cant dels ocells), José Luis Guerín (En la ciudad de Sylvia), Pere Portabella (Die Stille vor Bach, Mudanza), Roser Aguilar (Lo mejor de mí), Isaki Lacuesta (Los condenados), Felipe Vega (Elogio de la distancia), Daniel Villamediana (El brau blau), Mar Coll (Tres días con la familia), Alberto Rodríguez (After), Santiago Fillol y Lucas Vermal (Ich Bin Enric Marco), Marc Recha (Petit Indi), Luis Miñarro (Blow Horn, Familystrip), Elisabet cabeza y Esteve Riambau (Máscaras), Miguel Ángel Jiménez (Ori), Ventura Durall (Las dos vidas de Andrés Rabadán), Enrique Gabriel (La pérdida), Adán Aliaga (Estigmas), Mercedes Álvarez, Ricardo Íscar, Agustí Villaronga, Pablo Llorca, Agusti Vila, Lluis Galter y Ángel Santos.

Estamos de acuerdo con ellos. Son los que componen el "otro cine español". Sin embargo, este concepto de "otro cine español" contiene una cierta renuncia. Bajo este epígrafe da la impresión de que todo cabe, y además, todo lo bueno. El 'otro cine español' fue el nombre de un ciclo obvio programado en el Festival de Málaga, o el título de un muy buen artículo de Albert Alcoz sobre el cine experimental español. El otro cine español siempre será bueno, porque es la inversión del cine español, que es malo.

Yo lo que creo es que lo que hay que reivindicar también películas de ese cine español institucional, normalizado. Ser justos, y las malas películas negarlas y las buenas decirlas. Hacer un buen cine comercial es la mejor forma de fortalecer los márgenes. Esta opinión puede parecer forzada, pero a mí me parece impregnada de cierto determinismo biológico (pero no se me malinterprete, no estoy a favor de la Ley de Cine. Prefiero -y siempre preferiré- a Javier Rebollo que a Trueba)

En el número de diciembre de Cahiers du cinema.España, se dedicaba una crítica muy elogiosa a Celda 211, escrita por José Enrique Monterde, con el título de "Buen cine español de género". (de hecho, en ese número, Jose Enrique Monterde hace críticas muy acertadas a otras películas españolas, con conceptos clarividentes como la "dimisión estética" para referirse a los despropósitos de Jesús Garay). No es ni mucho menos una excepción. Hay otros nombres, Balagueró, Helena Taberna, Óscar Aibar (algunas cosas), que podrían corroborar una buena tendencia, una situación favorable...

¿Para cuándo una visión global de ellos? ¿Para cuando un listado de películas, una cartografía similar a la que antes he mostrado? ¿Para cuándo dejar de diferenciar entre el "cine español" y el "otro cine español" si a fin de cuentas, todos vamos en el mismo barco (a punto de naufragar tantas veces)?

REVISIÓN CRÍTICA DEL CINE ESPAÑOL XVIII

Restauraciones

Canal Sur 2 emitirá el sábado 19, a las 23:50 horas, la película “El rayo” (1936), que durante muchos años se creyó desaparecida y que ha sido restaurada por las filmotecas de Andalucía, Aragón y la española.

“El rayo”, fue rodada en gran parte en Andalucía, entre mayo y junio de 1936. Estrenada tres años después, una vez terminada la guerra civil, la película dirigida por José Buchs, autor asimismo del guión, que se basa en una comedia de Pedro Muñoz Seca y Juan López Núñez, escrito en 1917. Su argumento mezcla el costumbrismo con la comedia de equívocos, ya que durante gran parte de la acción una compañía de cómicos finge ser los criados y trabajadores de un cortijo de Navas de San Juan (Jaén).

Entre los aspectos más sobresalientes de “El rayo” destaca su reparto, en el que se reúnen algunos de los actores españoles más populares de la escena y del cine, y más tarde la televisión, empezando por el cabeza de cartel, Rafael López Somoza. Le acompañan algunos profesionales que forman parte de ilustres dinastías de artistas, como Mercedes Prendes (hermana de Luis y de Mari Carmen), Salvador Soler Marí y Milagros Leal (padres de Amparo Soler Leal) y Mariano Ozores (padre de los actores José Luis y Antonio, así como del director Mariano; además de abuelo de las actrices Adriana y Emma). Otros actores que tendrían gran éxito durante las décadas siguientes a la realización de “El rayo” son Antonio Riquelme y Cándida Losada.

domingo, 13 de diciembre de 2009

REVISIÓN CRÍTICA DEL CINE ESPAÑOL XVII

Las listas (IV)


En el año 2004, celebrando su vigésimo aniversario, la revista Rockdelux, editó un magnífico número especial con los (a su juicio) cien mejores discos de la historia de la música rock en España. Esta iniciativa incluía el listado de las cincuenta mejores películas españolas de la historia, elegidas por Raymond M.Abel, Ricardo Aldarondo, ALexander D'Averc, Santi Carrillo, Luis Carrizo, Quim Casas, Juan Cervera, Desirée de Paz, Juan Manuel Freire, Fran Gayo, Eduardo Guillot, Eulàlia Iglesias, Pepo Pérez, Pablo G. Polite, Joasn Pons, Óscar del POzo, Hilario J. Rodríguez, Nando Salvà, Gerardo Sanz y Lope Serrano.

Las películas eran (el número es el de su clasificación):

  1. Arrebato (Iván Zulueta)
  2. El espíritu de la colmena (Víctor Erice)
  3. El desencanto (Jaime Chávarri)
  4. Viridiana (Luis Buñuel)
  5. El verdugo (Luis García Berlanga)
  6. Campanadas a medianoche (Orson Welles)
  7. El extraño viaje (Fernando Fernán Gómez)
  8. La torre de los siete jorobados (Edgar Neville)
  9. El cochecito (Marco Ferreri)
  10. El cebo (Ladislao Vajda)
  11. ¿Qué he hecho yo para merecer esto! (Pedro Almodóvar)
  12. El mundo sigue (Fernando Fernán Gómez)
  13. Innisfree (José Luis Guerín)
  14. Furtivos (José Luis Borau)
  15. Las hurdes (Tierra sin pan) (Luis Buñuel)
  16. Trítico elemental de España (Val del Omar)
  17. Calle Mayor (Juan Antonio Bardem)
  18. Plácido (Luis García Berlanga)
  19. Vida en sombras (Llorenç Llobet Gracia)
  20. El sur (Víctor Erice)
  21. Bilbao (Bigas Luna)
  22. La vida en un hilo (Edgar Neville)
  23. Cielo negro (Manuel Mur Oti)
  24. La prima Angélica (Carlos Saura)
  25. La aldea maldita (Florián Rey)
  26. Amanece que no es poco (José Luis Cuerda)
  27. ¿Quién puede matar a un niño? (Chicho Ibáñez Serrador)
  28. Mientras haya luz (Felipe Vega)
  29. Vampir-Cuadecuc (Pere Portabella)
  30. Vacas (Julio Medem)
  31. Canciones para después una guerra (Basilio Martín Patino)
  32. Amantes (Vicente Aranda)
  33. Los tarantos (Francisco Rovira Beleta)
  34. El asesino de Pedralbes (Gonzalo Herralde)
  35. La piel quemada (Josep Maria Forn)
  36. Sierra de Teruel (André Malraux)
  37. Lejos de los árboles (Jacinto Esteva)
  38. La semana del asesino (Eloy de la Iglesia)
  39. Surcos (Juan Antonio Nieves Conde)
  40. A tiro limpio (Francisco Pérez Dolz)
  41. Juguetes rotos (Manuel Summers)
  42. Atraco a las tres (José María Forqué)
  43. El corazón del bosque (Manuel Gutiérrez Aragón)
  44. Monos como Becky (Joaquín Jordà)
  45. Carta de amor de un asesino (Francisco Regueiro)
  46. El bosque del lobo (Pedro Olea)
  47. El cielo sube (Marc Recha)
  48. In memoriam (Enrique Brasó)
  49. El sexto sentido (Nemesio Sobrevila)
  50. El otro barrio (Salvador García)

Revisando la lista, se ven algunos desacuerdos, algunas ausencias, algunas presencias innecesarias, pero al final le das la razón. Todas las películas merecen estar ahí. Lo cual llena de orgullo, porque si hay cincuenta películas españolas de esta calidad, más las que no se han incluido (pienso en Contactos, en La verbena de la Paloma, en El pisito, en Hable con ella...) más las realizadas con posterioridad a la publicación de la lista (Más allá del espejo, La leyenda del tiempo, La buena nueva...) al final va a resultar que el cine español tiene un amplio corpus de maravillosas películas, digan lo que digan las opiniones extendidas.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Las cintas perdidas de la movida


(El diario Público se está convirtiendo en el gran valedor de la memoria, además de en mi periódico de referencia. No sólo por sus colecciones de libros, o por sus artículos sobre Memoria Histórica, sino porque entre sus redactores hay algún aficionado a los desvanes y a las noticias que contienen las palabras "hallazgos" y "archivos". Son muchas las grandes noticias que me ha dado este periódico. La última, publicada hoy 6 de diciembre. )

LAS CINTAS PERDIDAS DE LA MOVIDA

ELENA CABRERA - MADRID - 06/12/2009 08:00

Hubo un tiempo en el que grabar un disco costaba muchos millones de pesetas. Ese dinero iba a parar al estudio de grabación, al productor, al ingeniero, al técnico, al ayudante; a pagar las comidas, las cenas, los imprevistos. El grupo llegaba al estudio atemorizado por la discográfica, con el disco memorizado e impresionado por una mesa de tres metros de largo forrada de botones inexplicables. El músico se encierra en la pecera y toca la guitarra. De lo demás se desentiende.

Este cuento de hadas parece de otra época: entre los daños colaterales de la crisis de la industria discográfica está la clausura de estudios de grabación. En uno de esos cierres, 350 cintas cubiertas de polvo y sin etiquetar podrían haberse tirado a la basura si alguien no se hubiera preocupado de darle al play. El ingeniero de sonido Ángel Álvarez, conocido como Ángel Algarz, compró un magnetófono de saldo de un estudio y unas cintas de bobina que escondían un tesoro: grabaciones perdidas y sin clasificar de grupos de los ochenta, sobre todo de la movida madrileña. Inéditos, directos y tomas alternativas de canciones muy populares, como Branquias bajo el agua, de Derribos Arias, podrían haberse perdido para siempre.

Otros grupos identificados en las cintas son Esclarecidos, Kaka de Luxe y los Zombies, el grupo de Bernardo Bonezzi, del que se guardan "unas demos de 1979" diferentes a las que conocemos.

Cómo este material ha visto finalmente la luz también tiene algo de cuento. Antes de la crisis, Ángel se dedicaba a montar estudios. Ahora se dedica a desmontarlos. El pasado verano, le encargaron desmantelar los legendarios estudios Track, uno de los últimos grandes. Una enorme mesa de 48 canales y dos toneladas de peso presidía la estancia principal. Cuando la instalaron, tuvieron que derribar una pared para luego volverla a levantar. Para los dueños, destrozar el inmueble no era la mejor opción antes de abandonar el local, por lo que Algarz fue llamado para desmontar la mesa por piezas. Allí fue donde tuvo la oportunidad de comprar el magnetofón y las cintas.

"Algunas estaban etiquetadas y otras no y resulta que ahí hay demos de prácticamente todo el mundo", dice. Se refiere a lo más granado de la movida y la nueva ola ochentera. "Hay grabaciones en directo, de muchas procedencias, y hay material de Décima Víctima y de Derribos Arias". El hallazgo vendría a ser como el de la maleta mexicana de negativos del fotógrafo Robert Capa, que permite acceder al material original e incluso inédito. "La cinta de Derribos Arias tiene mala calidad, pero aún así yo la editaría", explica mientras le da al play y comienza a sonar la voz de Poch en una versión nunca oída de Branquias bajo el agua. Es emocionante escuchar esa voz delirante cantando la letra con una melodía diferente a la que conocemos. Por encima de la música se escucha un zumbido que el técnico aclara que se puede eliminar. En otras ocasione la cinta gime y parece que se fuera a romper. "Yo no tengo prisa por deshacerme de estas cintas, pero sí por digitalizarlas, porque algunas están en muy mal estado. Ese tintineo que se escucha es debido a que las cintas estaban llenas de humedad. Esta de Derribos Arias es una grabación doméstica hecha sobre una vieja cinta de la época, comprada en los años sesenta. Esto se grabó en los ochenta, así que ha sido reciclada un millón de veces".

También entre el material rescatado de la banda se encuentra un tema titulado Derribos Arias, cuya versión original duraba diez minutos, pero que en la grabación encontrada se alarga hasta los 25. Un descarte de la discográfica que en un disco de vinilo no hubiera podido editarse pero que hoy es una joya para los coleccionistas y fans del grupo.

Las cintas halladas podrían haber pertenecido a Alejo Alberdi, miembro de Derribos Arias, no ha tenido oportunidad de escuchar esa grabación, aunque cree que "la original pudo sacarse de un corta y pega de esta" aunque si ya le "cuesta escuchar la del disco" no sabe si podría "con esa suite de 25 minutos".

El sello Munster se ha ganado el cielo para muchos aficionados a la música, gracias a sus intachables reediciones de discos imposibles de encontrar. Íñigo Munster, su director, ya planea editar algo de este tesoro oculto, aunque confiesa que todavía "está todo en fase embrionaria". Íñigo está en conversaciones con Alberdi para estudiar una edición en vinilo porque "no creo en el CD: es un formato obsoleto. Pondríamos las canciones en Internet en MP3 para el dominio público, y que la gente deje la voluntad. No tiene ningún sentido intentar proteger eso".

Alejo y su compañero de grupo Juan Verdera están reuniendo todo el material inédito de Derribos que pueden encontrar. El futuro disco "desmentirá totalmente la fama de grupo desastre que teníamos, porque hay cosas muy potentes y muy bien tocadas", dice.

Munster podría poner parte del material gratis en Internet

Íñigo valora la aparición de estas cintas como "muy interesante" ya que, en el caso de Derribos Arias, es un material "muy primario", que serviría para "dar perspectiva". "El problema con España es que no hacemos como en otros países: cuando ellos hacen una edición definitiva, se preocupan de añadirle inéditos, tomas alternativas y rarezas que enriquecen mucho el disco", explica el jefe de Munster.

Ángel muestra la caja de una cinta con un Post-it pegado que dice "Hombres G, 4 pistas, Rockola". Se trata de un directo grabado en esa sala a principios de los ochenta. Debajo hay otra, que corresponde a un máster perdido del primer disco de un grupo de folk, cuya discográfica tuvo que pasar de vinilo a CD para poder reeditarlo, mermando notablemente el sonido. Si esa cinta no hubiera sido recuperada 40 años después, la calidad original de ese disco se habría perdido para siempre. Debido a la diversidad de procedencias, el técnico piensa que estas cintas pudieran haber pertenecido en el pasado a "un coleccionista privado".

Décima Víctima editó sólo dos discos y algunos maxis pero fueron el mejor representante español de la ola fría que invadió Inglaterra tras el punk. Hacían una música elegante de letras inquietantes. Sus discos, en cambio, sonaban muy mal a pesar de contar con la producción de Paco Trinidad, productor omnisciente de la música española en los años ochenta. El sello Munster editará el año que viene una caja recuperando toda la discografía de Décima Víctima en tres discos de vinilo. Para el tercero de ellos se planea la inclusión de algún inédito recobrado.

Carlos Entrena, cantante de Décima Víctima, ha intentado escuchar esa cinta pero no lo ha conseguido porque no le gusta oírse con la voz sin efectos, "mi voz suena a parroquia". Rastreando el origen de esa grabación, él cree que se trata de una demo grabada en el garaje de unos familiares de Paco Trinidad, con el grupo tocando todos a la vez. Esta demo se realizó, según explica Trinidad, para "mostrar a la discográfica que allí había un disco", y ese disco era el segundo de la banda, Un hombre solo, de 1983. "Me compré un cuatro pistas Tascam recuerda el productor que era como un mueble bar y con eso nos fuimos al garaje de un chalet y ahí, con tres micros, grabamos esas cintas de trabajo que servían para ver cómo se puede avanzar. Pero no tienen la calidad de las grabaciones, no estaban hechas para enseñar".

Las canciones encontradas tienen letras diferentes a las que conocemos, "letras eventuales", las define Entrena, escritas por el guitarrista, Lars Mertanen, en lugar de por él mismo, que era el poeta del grupo. "He escuchado la canción Un hombre solo y tiene fuerza porque suena en vivo, pero son cintas privadas, muy personales, que todavía no sé si serán un valor añadido para la caja que va a editar Munster".

Hace dos años se publicaron las cintas de trabajo que el fallecido productor de Joy Division, Martin Hannett, guardaba en su casa con tomas falsas y ensayos en el estudio, momentos en bruto del mismo instante de la creación de un sonido que pasó a la historia. El material apareció oficialmente en un doble vinilo de 180 gramos, limitado y numerado a 1.000 copias. Eso es lo que el coleccionista desea y por lo que está dispuesto a pagar.

"Ahora parece que todo se hace en plan making of, para enseñar", es la pornografía de una era que lo necesita todo al instante, dominada por la inmediatez, "aunque en aquel momento no fueran más que herramientas de trabajo", señala Trinidad.

martes, 1 de diciembre de 2009

Sobre la crítica (III)



Gracias a un artículo de Adrian Martin publicado en Cahiers du Cinema-España, conozco las figuras de Nika Bohnic y Alexis Tioseco. No conozco nada de ellos, sus blogs, sus escritosaparte de no haber visto casi nada de ese nuevo cine filipino tan en boga últimamente y que ellos tanto promovieron. Pero me siento unido a ellos.

La pareja fue asesinada en Manila, el 1 de septiembre. Por ello, se ha corrido en la red esta noticia, dando a conocer algunos textos de la pareja. Uno de ellos parece ser que se ha vuelto famoso, "La carta que me encantaría leerte en persona". En ella Tioseco dice lo siguiente: "El primer impulso de cualquier buen crítico de cine, y en esto creo que estarás de acuerdo conmigo, debe ser el amor. Ser conmovido lo suficiente como para querer compartir tu afecto por un determinado trabajo o para relatar tu experiencia con el fin de que a otros les entre la curiosidad".

Uno no puede estar más de acuerdo.