lunes, 23 de marzo de 2009

Melies, nuestro mago


Tenía que ser Lobster, esa maravilla de empresa que ha aprendido el oficio desde la pasión, la que pusiese en nuestras manos este cofre (es obvia la resonancia a tesoro que la palabra cofre trae). Con el título de Georges Melies. Le Premier Magicien du Cinéma (1896-1913 ), se presenta un DVD con la totalidad de las películas conservadas de Georges Melies: 173 películas. Todas ellas restauradas, coloreadas, mimadas. Y como hacer las cosas bien no es tan difícil, este cofre ha corregido la velocidad de proyección y ha corregido encuadres.

Aparte de eso, hay un libreto con prólogo de Norman McLaren, que narra la apasionante vida de Melies (era apasionante ya antes del cine. Sus negociose innovaciones en el arte escénico al frente del Teatro Houdin merecen la pena ser contados... algo que poca veces se ha hecho).

Y, además, como extra (por cierto, qué palabra más fea) Le Grand Méliès, de Georges Franju, la persona que, junto a Langlois, lo rehabilitó y lo colocó en el lugar que se merece: el maestro loco que en vez de enseñarnos matemáticas nos enseñó cómo seducir a las niñas.

Melies para mí siempre ha sido un amor constante, un placer al que no renunciar jamás. Uno siempre ha visto en Melies un pasado donde el futuro podría habría sido mejor (ojo: no es una paradoja. Creo firmemente que si Meliés hubiese sido más tenido en cuenta en los sistemas educativos, Aznar no hubiese existido).

Y por eso mismo uno no puede dejar de pensar (es su carácter) en que en España se podría hacer lo mismo con Segundo de Chomón, nuestro gran mago. Se podrían editar todos sus films conservados, se podría añadir el film "Cinematógrafo 1900", de Tharrats. Se podría incluir un libreto escrito por Joan Minguet. Se podrían hacer tantas cosas si nos quisiésemos un poco más...

(Nota: si no les importa el dinero, no duden en comprar los otros cofres de Lobster, especialmente el de Charlie Bowers, el Neal Cassady de la "estética de la tarta en la cara". En ese cofre se contiene todo lo que no se ha perdido de ese genial y desconocido cómico, encontrado en baúles de medio mundo gracias a la pasión intacta e inagotable de Serge Bromberg, que, además, ha realizado un documental sobre "Bricoleur", salvándolo, por fin, del olvido)

3 comentarios:

Alex dijo...

Hola estimado, te sigo leyendo...


En DivX Clásico y Cine-Clásico, Faeton publicó unos esmerados ripeos de todo el cofre:

http://www.cine-clasico.com/foros/viewtopic.php?f=49&t=20746&hilit


Además para los interesados en Chomón, en UbuWeb se puede bajar una selección de sus mejores obras (97 mn.):

http://www.ubu.com/film/chomon.html


Un abrazo (y a ver cuando hablamos, que ya ha pasado tiempo...)

Luis E. Parés dijo...

Estimado amigo

en esta ciudad salubre y sosa se te echa de menos. Me gustaría charlar contigho pronto.

Anoto tus ciberconsejos.

Un gran abrazo

Unknown dijo...

Recuerdo como si fuera hoy a nuestro nada común amigo Pablo García Canga en los sótanos de "Balada" (la tienda de la calle Pelayo donde en la primera mitad de los años 2000 se pudo comprar, entre otras cosas y a ritmo de Antonio Machín (banda sonora invariable de ese Paraíso), todo el fondo de Divisa en VHS a 1 euro) digo que recuerdo a nuestro amigo Pablo amontonando cassettes de otro cómico del que él podría y tú podrías hablarnos largo y tendido: Larry Semon,

Y como va de cómicos: hoy he leído en las memorias del viaje a Hollywood de Eisenstein (Ivor Montagu, un libro asombroso) que una noche estaban jugando a tenis de noche en casa de Chaplin, cuando una avioneta que hacía vuelos rasantes anunciando con un altavoz los próximos estrenos (¡qué tiempos!), atraída sin duda por los focos de la pista de tenis se acercó mucho y gritó al pasar junto ellos: "¡Vengan a ver la última película de Harold Lloyd!". Entonces Chaplin soltó la raqueta y gritó todavía más fuerte en dirección a la avioneta que se alejaba: "¡NO: VENGAN A VER LUCES DE LA CIUDAD!", que era la película en la que en ese momento llevaba varios años trabajando.

Un abrazo,

M.