lunes, 31 de agosto de 2009

REVISIÓN CRÍTICA DEL CINE ESPAÑOL VII

Filosofías

"Por último, quisiera añadir que sólo advierto y admito, una forma realmente válida de ver y estudiar el cine español a lo largo de sus 110 años: sin prejuicios excluyentes y con un criterio fundmentalmente abierto; encarando con interés y respeto películas e toda época e índole, desde las oficialmente mejor estimada a las tradicionalmente más despreciada; y y considerando sistemáticamente el contexto sociopolítixco en que los autores debieron desenvolverse, contexto por lo común opresivo, en un sentido u otro. Pienso que de proceder así, aplicando tanto rigor historiográfico cuanto sensibilidad estética, se capta y concluye que nuestro cine, en definitiva, es positivamente particular, incluso atípico, pero, en el fondo, tampoco difiere tanto de los demás; es decir, existen autores, artesanos, técnicos, intelectuales, estrellas, secundarios, importaciones-exportaciones de profesionales... películas mejores, películas peores, genialidades, medianías, mimetismos, experimentos, estupideces, subproductos. En resumidas cuentas, nada que no se parecie fácilmente en el resto de las cinematografías europeas. Cuya historia y evolución (o involución) ha sido, recalco por última vez, bastante menos traumática."

CARLOS AGUILAR, Guía del cine español. Ed. Cátedra, 2007

5 comentarios:

intendente de materiales dijo...

Walter Benjamin:
"El materialista histórico se acerca a un asunto de historia únicamente, solamente cuando dicho asunto se le presenta como mónada. En esta estructura reconoce el signo de una detención mesiánica del acaecer, o dicho de otra manera: de una coyuntura revolucionaria en la lucha en favor del pasado oprimido. La percibe para hacer que una determinada época salte del curso homogéneo de la historia; y del mismo modo hace saltar a una determinada vida de una época y a una obra determinada de la obra de una vida. El alcance de su procedimiento consiste en que la obra de una vida está conservada y suspendida en la obra, en la obra de una vida la época y en la época el decurso completo de la historia."

No emprender la escritura de un libro de Historia del cine si no es buscando en el fondo qué es, o qué ha sido, el cine. (Y buscando, no sabiéndolo de antemano, haber leído una vez que "el cine es una industria" no es buen bagaje para tan largo salto al vacío.)

Y volviendo a las listas, una de las grandes películas españolas, Mi Tío Jacinto, probablemente sea una mónada y de ella se pueda hacer saltar un momento del cine español y una historia del cine europeo, historia de migraciones, de artesanías, de estudios, de modas, de familias de teatro...

Historia aparte, hay que ver el travelling al final, después del plano en el que Jacinto sale de las Ventas, mira a su alrededor, y Vajda, en vez de montar un contraplano de lo que ve Jacinto, monta un plano general de la calle conJacinto al fondo. La cámara retrocede entonces y descubrimos a Pepote en primer término. Quien no ha visto eso no sabe lo que es el cine español.

superintendente vicente dijo...

Añadir un ejemplo de Historia del arte materialista: El horror cristalizado, de Josep Quetglas, sobre el pabellón de Barcelona de Mies van der Rohe.(Donde por cierto leí por primera vez lo del materialista histórico.)

Uno que pasa dijo...

Está muy bien lo que dice Aguilar y es verdad: alguien que discretamente hace algo por lo que estudia, reconoce el trabajo que queda por hacer y no trampea para quedar él por encima, alto en el podio. Desde luego necesitamos más gente que empiece "por el principio", como Aguilar, y menos imitación de salón del Benjamín (con todo el respeto para el Intendente Sirk, que por lo demás tiene momentos en sus críticas que muy dignamente podrían considerarse "detenciones mesiánicas del acaecer"... no todos pueden ser como él).
Dicho esto, la postura de la que habla Aguilar, que es la tan valientemente defendida a otra escala y en otra ocasión por Langlois ("salvar todo, no escoger") ya no parece "políticamente" muy sensata. Hay que recordar que Langlois decía eso hace 70 años cuando sólo existía una "filmoteca" en el mundo (la del MOMA) y cuando políticos y gobernantes, al hablar de "escoger" (porque era contra este argumento contra el que se revolvía Langlois), no se referían nunca a escoger Murnau o Flaherty, sino a escoger vistas documentales del río Zambeze en el punto en el que confluyen las fronteras de Zimbaue, Botsuana, Zambia y Namibia. Anoche volvieron a dar en Informe Semanal imágenes de la caída del Muro y la Alemania del 89. Era un reportaje que juntaba imágenes de archivo de varias décadas con una locución y algunas imágenes y entrevistas actuales. Las imágenes más antiguas, de los años 60 ó 70, eran cine y estaban bastante bien. También las imágenes del locutor paseando por los escenarios turísticos del Berlín de hoy. En cambio las imágenes del 89, las del "acontecimiento", tenían bastante ruido. Las típicas franjas horizontales o verticales y el temblor en los colores. No eran imágenes tomadas por aficionados, su formato era profesional. Pero se habían degradado. Aún así eran imágenes que se podían ver y sabéis que yo no soy precisamente un fetichista de la técnica. El problema es lo que no se veía. Es decir, las imágenes que sin duda se han degradado lo bastante como para no ser emitidas por Informe Semanal la noche del sábado, e incluso las que ahora, en este mismo momento, se están perdiendo. Porque el hecho de que algunas de las imágenes de la caída del Muro sean emitidas hoy con ruido (¿es que hay un acontecimiento en los últimos 25 años que un funcionario de televisión pueda considerar más importante "preservar"?) nos invita a pensar que prácticamente nada de lo que ha pasado por televisión y sólo por televisión se va a conservar. Sí, ya sé que se está "digitalizando" (y es cierto que la digitalización es la vida eterna, desaparece el negativo). Que las imágenes con ruido del Muro que yo veía anoche están ya digitalizadas. Pero insisto: el problema es lo que no vemos, lo que se está dejando de ver, lo que no se va a poder ya ver.

El mismo que pasa dijo...

http://www.arcadiespada.es/2009/05/23/23-de-mayo/

El mismo dijo...

La legislación inglesa para instalar cámaras de vídeovigilancia (circuitos cerrados de televisión) es por lo visto mínima. Eso hace que sea de largo el país con más cámaras: 4'2 millones. El titular es ya viejo: "Un inglés es filmado 300 veces al día de media". Dicen que ahora hay cámaras en las charcuterías y en los pubs. La cifra es abrumadora si tenemos en cuenta que en toda Francia hay 20.000 (se prevee llegar a 60.000 en 2011). Una de las escasas especificaciones de la ley inglesa es que las grabaciones "no pueden ser guardadas más tiempo del necesario" (subrayemos). Scotland Yard afirma que gracias a las grabaciones de particulares se castigan unos 1.000 delitos al mes pese a que el 80% del material que les llega "está degradado y es inutilizable".