viernes, 30 de mayo de 2008

Grandes noticias partidas por la mitad


He recibido con gran alegría la siguiente noticia:


La Filmoteca de Catalunya pone en marcha un proyecto de digitalización de la filmografía de Antoni Padrós


El Archivo de la Filmoteca de Catalunya ha puesto en marcha un proyecto de digitalización de la filmografia del cineasta Antoni Padrós. El objetivo que se persigue es obtener una copia en soporte Betacam Digital de los filmes de este autor, rodados originariamente en película de 16 mm., para que puedan ser visionados en formatos actuales, contribuyendo a facilitar su difusión.

Entre los fondos de la Filmoteca de Catalunya existe un numeroso grupo de películas, como las de Antoni Padrós, que, por sus características de producción, han quedado obsoletas desde el punto de vista técnico. Se trata de negativos originales en 16 mm. montados por el sistema denominado "A y B". Este sistema, bastante complejo, colocaba los planos pares en un rollo A, y los planos impares en un rollo B. En cada rollo se sustituía con cola negra la ausencia de los planos que se encontraban en el otro, y la superposición de los dos rollos, en el momento del tiraje de copias, evitaba que quedara impresa en la copia la costura de unión entre un plano y el siguiente. Actualmente, no se posible obtener copia cinematográfica de negativos montados en "A y B" en ningún laboratorio convencional, lo que dificulta o impide la difusión de estas obras.

En lo que va de 2008 se ha iniciado este proyecto con la filmografía de Antoni Padrós, de quien ya se han digitalizado Alice Has Discovered the Napalm Bomb (1968), Dafnis y Cloe (1969), Pim, pam, pum, revolución (1970), Ice Cream (1970), Swendenborg (1971), ¿Qué hay para cenar, querida? (1971), Els porcs (1972), Lock-Out (1973) y Shirley Temple Story (1976), películas en las que también se han realizado trabajos de corrección de color, de sonido y de etalonaje, así como tareas de reconstrucción en los casos necesarios. Tras la obra de Padrós, seguirán el mismo proceso, según la Filmoteca de Catalunya, otros materiales que presentan los mismos inconvenientes técnicos, tales como algunos títulos de Helena Lumbreras, Joaquim Jordà, Francesc Bellmunt, y otras producciones de los años 60, 70 y 80.

Y la he recibido con alegría porque todo lo que sea restaurar cine me conmueve. Y cuando ese cine es español, marginal y escondido, las lágrimas se me saltan. La próxima restauración de la obra de Helena Lumbreras (creadora junto a Mariano Lisa del Colectivo de Cine de Clase) también me llena de alborozo, pero… ¿hasta qué punto esto significará mayor difusión para la obra de estos creadores? Muchas veces se olvida, u olvidamos, o simplemente no se sabe, que el principal objetivo de una Filmoteca, más allá de la preservación, restauración y catalogación del patrimonio fílmico, debe ser dotar de vida a ese mismo patrimonio. Acercarlo a la gente. Difundirlo. De nada valdrá que las obras de Antoni Padrós estén restauradas, etalonadas y puestas a punto, si ello no conlleva una proyección pública, una circulación exhaustiva, una difusión óptima. Porque la obligación de cada película es encontrar su público. Y porque la de cada cineasta es encontrar su propia tradición. Y en la triste historia del cine español nos han privado de tradición. Aquéllos que hemos querido encontrar referentes en nuestro cine no hemos podido, por la sencilla razón de que no hemos podido ver esas obras (escondidas, almacenadas, polvorientas) que nos podrían haber iluminado.

Siempre he pensado que el cine español necesita una urgentísima relectura histórica, una elaboración de un nuevo canon que premie los márgenes y que ponga en su justo –y honroso, nadie lo niega- lugar a los Manuel Gutiérrez Aragón y Carlos Saura de turno. Y esa función la deben hacer, entre otros claro pero sobre todo, las Filmotecas, abriendo sus tesoros, mostrándolos, dándoles el valor que se merecen, más allá de lecturas históricas (o lo que es peor, historicistas), políticas o patrióticas. Y esto empieza por la restauración, por supuesto. Pero no puede acabar ahí.

Quizá sea pedir demasiado. A mí me parece que es no dejar las cosas a medias.





3 comentarios:

werther dijo...

Espero que no acabe ahí.
Es de esperar que ahora las nuevas generaciones valoren el esfuerzo de toda esta gente que creyó que en aquellos lejanos y dificiles tiempos, aún podian transgredir, a pesar de todo, aquella realidad oscura y sin futuro.
Este es su legado y hay que poder difundirlo y si es restaurado, mucho mejor.
Werther


athaat

Gwynette dijo...

Com m´en alegro!. El Padrós i la seva obra, s´ho meriexen!...:-)

Anónimo dijo...

Sería interesante ver las películas de Padrós al lado de las de Werner Schroeter...

¡Saludos, Luis!