domingo, 28 de marzo de 2010

REVISIÓN CRÍTICA DEL CINE ESPAÑOL XXVII


Hay un cine invisible y que nunca dejará de serlo. Un cine que ha sido en muchos casos refugio y frontera, y también, trampolín. Estoy hablando de los cortometrajes, inabarcable mundo de piezas muchas veces inencontrables. De todos es la responsabilidad de no conocer y no prestar atención a un formato cuya finalidad, según todos creemos, es la de presentar credenciales para hacer un largometraje. Pero son muchos (y me incluyo en ese grupo, sin pena ni gloria) los que se quedaron ahí, en un cortometraje.

El Certamen Internacional de Cine Documental y de Cortometraje de Bilbao, en su edición de 1986, presentó una retrospectiva comisariada por Francisco Llinás, llamada Cortometraje Independiente Español (1969-1975). Este ciclo estuvo acompañada (y esto es lo realmente importante) por una publicación. En esta publicación se incluían textos del propio Llinás, Pérez Perucha, Miguel Marías y Nuria Vidal, y unos cuestionarios que los directores de los cortometrajes seleccionados contestaban (con las preguntas ¿en qué condiciones fueron realizados tus cortometrajes? ¿Cómo valoras la aportación de los cortometrajes de esta época al conjunto del cine español? y ¿en qué medida tu experiencia en el terreno del corto ha influido o afectado a tu carrera posterior?).

El criterio para elegir los cortos fue "seleccionar únicamente cortos que, aunque en teoría no fuesen los más personales o audaces, o avanzados, eran también los menos privados y autocomplacientes, porque sus autores aspiraban, con mayor o menor empeño y esperanza, a integrarse en la industria". Los cortos seleccionados fueron:

  1. Retrato de grupo (Ferrán Alberich)
  2. Paisaje con árbol (Álvaro del Amo)
  3. Monegros (Antonio Artero)
  4. Tom y las moscas (Carlos Benpar)
  5. Bolero de amor (Francesc Betriu)
  6. Cercles (Ricardo Bofill)
  7. Abismo (José María Carreno)
  8. En un París imaginario (Fernando Colomo)
  9. Estado de sitio (Jaime Chávarri)
  10. ¿Qué se puede hacer con una chica? (Antonio Drove)
  11. Quizá (Ramón Font)
  12. Gospel (Ricardo Franco)
  13. El mundo dentro de tres días (Diego Galán)
  14. Juan (Gerardo García)
  15. Locos por Machín (Jose Luis García Sánchez )
  16. Crónica de Rondibilis (Jose Luis Guarner)
  17. El último día de la humanidad (Manuel Gutiérrez Aragón)
  18. Un cochero impertinente (Gonzalo Herralde)
  19. Abrir las puertas del mar (Francisco Llinás)
  20. El camino del cielo (Emilio Martínez Lázaro)
  21. El espíritu del animal (Augusto Martínez Torres)
  22. Michana (Carles Mira)
  23. Extraño recuerdo (Segismundo Molist)
  24. No compteu amb els dits (Pere Portabella)
  25. Huerto Cerrado (Carlos Rodríguez Sanz)
  26. Desde el paisaje (Manuel Vidal Estévez)
  27. Jaula de todos (Paulino Viota)
  28. Frank-Stein (Iván Zulueta)
En el catálogo se mencionan algunos otros títulos (El crimen de la piríndola e Imitación del ángel, de Adolfo Arrieta; Ditirambo vela por nosotros y El horrible ser nunca visto, de Gonzalo Suárez; La mano de madera, de Augusto Martínez Torres; Querido Abraham, de Alfonso Ungría; Fin de un invierno, de Paulino Viota; I després ningú no riurá, de Manel Esteban, El lobby contra el cordero, de Jose Antonio Maenza; Circunstancias del milagro, de Emilio Martínez Lázaro; Tiempo de cuaresma, de Andrés Linares; Sabandijas, de Carlos Rodríguez Sanz; Los hábitos del incendiario, de Antonio Gasset).

Seguramente el festival de Bilbao fue la última vez que estas películas se pudieron ver. Después, fueron otra vez recluidas en filmotecas, archivos privados, o simplemente armarios. Y de esta forma, se nos ha privado de un fragmento pequeño de nuestro cine. Pequeño, pero significativo, por revulsivo, porque fue la última generación que soñó con revolucionar el cine (desde la pasión, desde la crítica, desde la reflexión). Seguramente las pobres copias que quedan de estas películas se estén desvaneciendo ya en el polvo de no se sabe dónde. ¿De quién es la responsabilidad de que no se vean? ¿Qué tendrá que suceder para rescatar estos cortos del olvido?

En el año 2010, uno piensa que estos cortos (como las práctica de la EOC, como el No-Do, como tantas otras) deberían estar colgados en internet, en una página cuidada y seria, como la del National Film Board de Canada. Pero claro que uno piensa esto porque le duele que estas piezas se queden en el olvido, cuando deberían quedar como testimonios de un tiempo en el que hacer cine podía ser sinónimo de lucha.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Precisamente hace un par de semanas estuve en Filmoteca Española viendo gran parte de los cortos citados (los que estaban en condiciones, claro), entre otros... que casualidad.
Estoy de acuerdo en que debería hacerse algo respecto a ellos, a su conservación y acceso, ya que algunos están ya algo deteriorados y el resto van en camino. Pese a no ser tan antiguo, mucho cine independiente de esta época puede acabar perdiéndose (ahí está la milagrosa recuperación de Contactos como ejemplo). Por otro lado, quién va a hacer ese trabajo? Ni Filmoteca, ni, supongo, los autores particulares tienen tiempo y mucho menos dinero para una tarea de este tipo... una lástima.

Anónimo dijo...

Ha llegado el tiempo de soltar paginas de Internet cuidadas y serias en las plazas con estatuas...
Hacer cine sigue siendo, deberia de seguir siendo, sinonimo de lucha. Y aunque el recuerdo de la ultima generacion que lo intento puede formar parte de esa lucha, el cometido principal deberia de ser el convertirla en la penultima generacion, o aun mejor en la antepenultima.
Hacer cine sigue siendo una lucha que no se llama lucha, sobre todo porque el "hacer cine" ha sido sustituido por "hacer una pelicula" y, aun peor, por "hacer tu pelicula", lo qu en el fondo es es sinonimo del cursi "hacer realidad tu sueño", que el cine nos dé algo a cambio de nada.
Hacer peliculas que "parezcan peliculas"...
Luego sigo (o no), que hoy el trabajo de conserje no me da tregua.
Conserje Sirk

Luis E. Parés dijo...

Querido Miguel;

sí que es casualidad que vieses estos cortos, ya me contarás.

Yo veo el asunto de la siguiente manera: tarde o temprano, Filmoteca se verá obligada a digitalizar y hacer disponible en internet todo su archivo, porque es hacia donde vamos. Lo único que deseo es que no volvamos a llegar cuarenta años tarde, como a la preservación de películas o al sexo libre. Cómo? No sé, pienso en la vasta tarea de restauración que esá financiando Petrobras en Brasil y se me ocurren ideas.

Luis E. Parés dijo...

Querido Sirk;

veo que sigue haciendo lo imposible por acercarse a su amado Bolaño. Ahora, de conserje...

Estoy de acuerdo conusted, como no podía ser de otra forma. Necesitamos otra generación que revitalice nuestro cine. Yo creo que hay francotiradores pero como siempre están muy solos. Los tipejos que manejan los Premio Goya o el festival de Málaga (es decir, aquéllos que deciden qué es el cine español, y a los que la gente les cree a pies juntillas) no les hacen caso.

COn todo esto quiero decir que hay que soltar páginas serias y cuidadas en las plazas, y qui´za la primera página arrojada pueda ser la de cineastas españoles del aquí y ahora. ¿Por qué no empieza usted a dar ejemplo y cuelga sus pel´ciulas en la red?

Anónimo dijo...

Yo, si me dicen ustedes como hacerlo, cuelgo lo que haga falta del palo mayor de la red, a ser posible no en youtube, que las de la escuela me las localizan y no tengo derecho (hay cortos mios que no deben ser vistos segun ellos, pero entre los que no deben ser vistos y los que deben pero no lo son).
Conserje Sirk

Anónimo dijo...

Y lo de conserje, francamente, de Bolaño no tiene nada. Lo curioso es que estoy en una calle perdida llamada Rue de l'Ouest y enfrente de un cementerio.

Albert Alcoz dijo...

Creo que también hay cierto desinterés por los propios cineastas.
Valga como ejemplo Las películas de mi padre de Augusto M. Torres. Una ficción ridícula sobre una hija que investiga el pasado fílmico de su padre. Al final todo deviene un romance erótico entre dos amigas que se desentienden de los cortometrajes.
Ediciones en DVD, reposiciones en televisión, ciclos por Filmotecas, digitalización vía web; todo sería bienvenido.
Saludos.